LABIOS PARA EL BESO

Para conseguir que tus labios luzcan tan bien como las celebridades te compartimos algunos buenos consejos

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En ocasiones especiales, el colorido no puede faltar en tus labios. Cada temporada surgen nuevos productos cosméticos que van mejorando su calidad para adaptarse a las necesidades de las mujeres: permanencia, suavidad e hidratación. Foto: Tomada de Internet

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No está de más aportar un factor de protección solar a los labios, que se queman con facilidad al estar todo el día al descubierto. Foto: Tomada de Internet

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Utiliza por la noche cremas específicas para el contorno de labios. Foto: Tomada de Internet

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Un protector para el frío, es perfecto para labios con tendencia a heridas y herpes. Foto: Tomada de Internet

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Para ganar volumen, la cosmética ofrece cremas que aplicadas a diario posibilitan un aumento del grosor de nuestros labios con resultados muy naturales. Foto: Tomada de Internet

El uso de un bálsamo labial adecuado es imprescindible para que los labios tengan un aspecto jugoso e hidratado, ya que al no tener glándulas sebáceas, tienden a resecarse y lucir molestos 'pellejitos'. Foto: Tomada de Internet

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Debes tener muy en cuenta que las personas fumadores son más propensas a que les aparezcan pequeñas arrugas en los labios, así que es un hábito que debes tratar de abandonar. Foto: Tomada de Internet

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No abuses de las barras de labios denominadas de “larga duración”, ya que producen sequedad. 
da de Internet

La piel de los labios es muy sensible y sufre más que el resto de la piel por culpa de las agresiones externas como el sol, el viento y la sequedad.

La sensibilidad es consecuencia de que la renovación de la piel de esta zona es cuatro veces más rápida que la del resto del cuerpo, por lo que se deshidrata y es más vulnerable. Este es el motivo, además del puramente estético, por el que su cuidado es fundamental.

Protégelos del medio ambiente
La piel de los labios es muy fina y delicada, por lo que apenas puede defenderse de la pérdida de hidratación. Durante los meses de invierno están sometidos a más agresiones, el frío, la calefacción... y en verano los rayos solares inciden negativamente sobre ellos.

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