lunes, 12 de diciembre de 2011

TIPS DE BELLEZA

No hay que ser una joven modelo, ni tener un rostro divino o un cuerpo perfecto, para proyectar tu mejor imagen. Pero sí hay que saber sacarle el máximo partido a nuestras virtudes, aprendiendo a vestirnos y arreglarnos para lucir siempre bien.Aquí van algunos consejos para lograr tu look perfecto ¡que leerás en mucho menos de esos valiosos 15 minutos para ti y que te serán súper útiles!
Haz una lista de piezas básicas
¡Libera tu armario! Haz una lista de la ropa y accesorios que realmente te quedan bellos y te encantan. Sin pensarlo dos veces, dona a una caridad, o tira las camisetas demasiado ajustadas, los spandex que te engordan 20 libras al llevarlos, los vestidos ‘demasiado-de-señora-mayor’; los bolsos que son malas copias de marcas caras (¡se nota enseguida que son plásticos y ‘fake’!); esa loca joyería de fantasía que compraste en un impulso. Al final, quédate con un vestuario mucho más pequeño que te quede muy bien y te guste mucho. Y —como dice Carolina Herrera— asegúrate que toda la ropa tenga los botones bien cosidos y esté limpia y bien planchada y desempolvados los zapatos. ¡Qué tranquilidad! Y de paso lucirás de maravilla.
No es necesario lucir sexy para serlo
Los escotes súper reveladores, y medio cuerpo desnudo y en exhibición, no son necesariamente sexys ni seductores. Ni nos hacen lucir más jóvenes. ¡Y los hombres se sienten muy incómodos con mujeres que lo van mostrando todo!  Una mujer atractiva, bienmaquillada, perfumada y sonriente que lleva una impecable blusa blancay unos sencillos pantalones negros ¡puede ser mucho más sexy y juvenil que la que lleva escotadísimos tops y apretadísimos pantalones! A cierta edad, es imprescindible saber cuándo dejar atrás los vestuarios de adolescentes, aunque tengamos un cuerpo de chica joven. Como dice la famosa modelo francesa-argentina Inés de la Fressange, “parecer puras y castas puede ser el mayor afrodisíaco”.
¿Joyas y más joyas? No a las exageraciones.
Los accesorios son muy importantes para lograr un regio look total. Eso sí, evita los excesos. Lleva las menos joyas posibles —y olvida las 6 pulseras ¡diferentes!, la multitud de anillos, los collares que acentúan la barbilla no tan perfecta, los broches que destrozan el look de una chaqueta—. Si bien le diremos ‘no’ a las exageraciones, le diremos ‘sí’ a joyas de la mejor calidad posible, especialmente las perlas que le quedan bien a todas las mujeres, o unas cadenas doradas con unos aretes dorados bien lindos, o unas joyas étnicas llevadas discretamente. Llevar mucho ‘bling’ a veces queda muy mono en chicas jóvenes, pero cuando pasas una cierta edad, ¡hay que tener cuidado!
¿Zapatos o cámaras de tortura?
Desde los ‘flip flops’ a los tacones de palillo y los zapatos modelo ‘gladiador’ que tanto vemos en las zapaterías —¡hay que recordar que no son para todas!—. Y cuando no sabemos ni podemos caminar bien con ellos ¡hay que olvidarlos al instante! Además que no son cómodos y terminaremos con los pies adoloridos. ¿La solución? Un sí maravilloso a las ballerinas que tanto se usan, o mejor aún, a las que tienen un pequeño tacón o cuña que te levante ligeramente del piso. Marcas como Aerosoles, Clark’s y Easy Spirit tienen modelos comodísimos, incluso con tacones altos ¡y un look muy súper ‘fashion’! Como lo han sido siempre los zapatos de Ferragamo con tacón bajo y un lazo delante, aunque son más caros.
Los ‘flip flops’ son una solución pero no en todas las ocasiones. Llevarlos en momentos más formales no es buena idea, como tampoco se deben llevar zapatos deportivos o sneakers en todos los momentos cómodos. No, por favor…Un poco más de coquetería siempre es de rigor y hay flats monísimos y comodísimos, al igual que modelos desneakers mucho más femeninos y de lindos estilos.
Cuidado con los leggings
Es muy difícil llevar ‘leggings’ si no tenemos el cuerpo delgado adecuado o si no nos cubrimos el derrière con un top ancho y suelto! No los lleves con tops ceñidos o demasiado cortos, ni los lleves blancos si no tienes una silueta bien esbelta. Si te son cómodos para ciertos momentos de tu vida diaria, llévalos negros o de colores oscuros y con un top  largo, tipo túnica o una ‘camisa de hombre’ cortada generosamente.

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